El chile es una herencia cultural en nuestro país y no solo porque nos identifica como mexicanos sino porque se domesticó su cultivo en nuestro territorio hace más de 6500 años, algunos expertos sitúan su origen al sur de Puebla hasta el norte de Oaxaca y al suroeste de Veracruz. El cultivo de esta planta es muy amigable ya que resiste diversos climas y tipos de suelo lo que ha ocasionado que se pueda cultivar en casi todo el mundo. Su cultivo en México sigue siendo relevante, sin embargo, por distintos factores biológicos y técnicos nos ha rebasado la producción y comercialización de China quien es nuestro mayor proveedor de este producto. Por esta razón en México, se ha iniciado la campaña de “Dale Chamba” con la que se espera promover el cultivo de más de 1500 especies de chiles de manera que se pueda producir a nivel nacional y disminuir la importación de producto chino, pudiendo alcanzar una alza en la exportación a otros países, la cual, requiere contar con un etiquetado y por ende de un proveedor de etiquetas de Querétaro o la localidad donde se cultive. Sabiendo la anterior exploremos un poco más la producción del chile 100% mexicano.
Por ejemplo, en Querétaro se produce la Chilaca, esta especie tiene moderado picor y es utilizada para la preparación de moles, adobos y numerosas salsas, debido a que este producto también cuenta con presentación seca, es posible comercializarlo. Para ello es necesario contar con un proveedor de etiquetas en Querétaro de manera que se aminore costos en el etiquetado y se pueda dar a conocer y comercializar esta especie a nivel nacional. Otra especie muy conocida es el chile habanero, el cual se produce en México, es considerado el chile más picoso según la escala de Scoville, donde tiene asignado de 100 000 a 300 000 de pungencia, que es el ardor o picor de este peculiar alimento. Este chile tiene diferente pigmentación acorde a la etapa de maduración en la que se encuentre por ello lo podemos encontrar verde, amarillo y rojo donde este último indica que ya es un chile maduro. Otro ejemplar que podemos mencionar es el chile piquín el cual es una planta silvestre que se da principalmente en Sonora, aunque también se puede encontrar una variante de este en San Luis Potosí, es utilizado principalmente en la elaboración de salsas y aunque es chiquito, se ubica en la escala de Scoville con 30, 000 – 50, 000 de pungencia. Por último, no podíamos dejar de mencionar al chile jalapeño o cuaresmeño, que es el más conocido a nivel nacional e internacional, es producido fresco en conserva de vinagre o aceite y una vez que este pasa por un proceso de secado este se convierte en chile chipotle aumentando su vida para su consumo.
Sin lugar a dudas en México se tienen una amplia variedad de chiles la cual hay que conservar consumiendo de manera local, o bien de manera industrializado contando con etiquetado de un proveedor de etiquetas en Querétaro o cualquier localidad en la que se encuentre la producción, de manera que el chile mexicano siga siendo nuestro orgullo.